El bolso de mamá: el contenido

Como buena marinera, aunque sea aún aprendiz, me encantan los tesoros. Gracias a mis hijas, siento que siempre porteo uno en el hombro, en bandolera o sobre los dos hombros.

El tesoro portátil de toda mama da para mucho que contar y quiero compartir algunos truquillos. He empezado por el contenido y en próximos post pasaremos al continente según tendencias y modas, gustos necesidades… veremos las alternativas.

Pero volvamos al contenido…
He oído decir esta mañana en la cubierta del Roger a una marinera, ya de rango superior: “Un bolso de mamá no es verdadero sino pesa más de cinco kilos”. Posiblemente exageraba, o no, para comprobarlo he echado un vistazo al mío y voy a pasar lista. 
Todo bolso de mamá que se precie debe incluir:
  • Agua. Botella, biberón, cantimplora, vaso de pico… 33cl de H20 es imprescindible, y más en primavera-verano.
  • Ropa de cambio y/o pañales según la etapa del niño, ambos en caso de hijos de diferentes edades. Cantidad doble o triple en mamás múltiples.

  • Toallitas húmedas, en cualquiera de sus variedades o en todas ellas: para manos, para WC…
El éxito de las toallitas húmedas ha hecho que los fabricantes se lancen a fabricarlas específicas para muebles, baños, cristales, gafas, higiene íntima, manos, cuerpo…  y todo lo que se pueda pensar. Pero lo cierto es que la utilidad y practicidad de llevar toallitas húmedas en un bolso desaparece cuando tenemos que cargar con un mínimo de tres paquetes diferentes.
Mi consejo personal es optar por una única clase y paquetes de tamaño medio o pequeño, se trata de reducir peso y espacio.  Decántate por una variedad y utilízalo para usos múltiples, no hay mayor problema.
  • Pañuelos de papel. Las toallitas húmedas no son siempre la mejor opción para limpiar por ejemplo, mocos.
  •  Bolsas de plástico. Un rollito de bolsas de plástico de las que venden para recoger los excrementos caninos te salvará de muchos apuros con niños en edad de pañal o en proceso de abandonarlo. Son útiles para guardar pañales sucios, para recoger escapes o urgencias escatológicas de los pequeños, para meter la ropa sucia o mojada, alimentos a medio comer, guante de emergencia y un largo etcétera. Su peso y bulto es mínimo, y su practicidad infinita.
  •  Barrita mágica. Si no los ves no lo crees, pero a falta de hielo, es la mejor solución para evitar o aminorar chichones y moratones o cardenales. Pregunta en tu farmacia, es una buena inversión, cunde, es ligera y práctica.
  • Tiritas. Además de las clásicas, las hay de todos los personajes y motivos infantiles que te puedas imaginar. En muchos casos no son más que un calmante de sustos, pero en caso de urgencia hasta pueden utilizarse como puntos de papel para cerrar heridas o brechas.
  • Bálsamo, crema hidratante o una caja de vaselina. Apuesta por los envases pequeños de viaje o incluso pruebas o muestras. Los peques se caen, se rozan, les pica algo sin mas… muchas veces solo es un placebo, pero te evitas un buen berinche con un simple masajito de mama con ungüento mágico.
  •  Chupetes, el número de ellos aumenta exponencialmente según el número de hijos que tengas. Asímismo, lo común es que las que tienen niños que superen los tres años aligeren su bolso, eliminando este detalle.
  •  Juguetes recurso. A mi me funcioanan los muñecos pequeños de goma... Minie, Pocoyo...
  •  Blog de pintar, pinturas o al menos, un boli.
  • Un libro infantil de bolsillo. Siempre hay uno preferido por los peques.
  •  Gafas de sol. Este detalle yo lo acabo de incorporar, cuando mis hijas van a cumplir tres años, y es un complemento también estacional, en invierno no es nada útil.
  •  Comida. Esto depende mucho del gusto de los niños y de tu idea sobre la alimentación. Pero es cierto que es un buen recurso, no tanto ante una necesidad real de comer sino más bien por darle un capricho, recompensa… en las consultas médicas, en las cafeterías, en el parque… Chocolatinas, chuches, galletas, gusanitos… el mercado está lleno de propuestas listas para llevar en paquetes individuales.
Mi consejo personal: atenta a los productos que se estropean con el calor y a los que manchan mucho. Una galleta de chocolate en el médico mantiene a tu hijo cinco minutos entretenido, pero cuando el pediatra os llame… ¿será capaz de encontrar  a tu pequeño para examinarle bajo la capa de chocolate de boca, manos…?

  • Si tienes niñas con pelo mas o menos largo, alguna horquilla o goma de repuesto no viene nada mal.

Hasta aquí, mas o menos, lo que identifica el bolso de una mamá, pero es que a esto hay sumarle lo que define el bolso de una mujer de hoy en día (móvil, monedero, bolsa de la compra, llaves del coche… lista completa en próximo post).

Sumando la lista primera y esta segunda carga igual ya bordeamos la tonelada de peso. Pero además, hay que ser buena anfitriona y tener habitaciones para invitados  e imprevistos en tu bolso: el papá, el abuelo o algún amigo o amiga de esos que no les gusta llevar bolso, pero si móvil; un folleto que te han dado en la tienda, un trabajo que hizo la peque en el cole, una comprita... Sin duda, he superado el peso permitido en cualquier equipaje de mano, pero no en el de una MAMA.



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